Tuvo un empleo indiscriminado en cuanto a edades, sexos y clases sociales, las madreñas, pues, cumplían en la aldea una misión <<democratizante>>, utilizándolas igualmente el mendigo que el sacerdote, el campesino que el médico rural.
No escasean quienes se dedican a hacer madreñas, durante el invierno, época en la que no existe la perentoriedad de otros trabajos; y lo mismo en pueblos de la costa que del interior, aunque en algunos, por tradición o por se zona en que existen maderas adecuadas, se intensifica más esta labor; así, en el concejo de Caso se exportan madreñas desde los pueblos de Soto, Bezanes, Pendones, La Foz y Tarna, , a veces sin terminar totalmente las piezas, debiendo ser rematadas en los lugares de destino. La madera empleada para la confección de las madreñas es de castaño, aliso, sauce, haya, nogal, abedul, humero y salguera -las de esta madera se estiman por su resistencia y ligereza-.
Unas madreñas, objeto de interés de Mauricio Macri en su visita al stand del Centro Siero - Noreña con ocasión del acto "Buenos Aires celebra España"
Las partes de que constan las madreñas son: boca -por donde se introduce el pie-, picu, piquera, o copellete -ángulo picudo que remata por delante la madreña-, calcañu -parte posterior-, tacones o tazos -dos delanteros y uno posterior-, papada, papu o barriga -parte antero inferior, a veces protegida por un trozo de hoja de lata-, casa o casina -hueco en el que se introduce el pie-.
A veces las madreñas reciben un adjetivo identificador, por su forma o procedencia:redondes, casines, quirosanes, alleranes ......, o bien se les da el nombre del madreñero famoso que las hizo. Otras veces su denominación procede de su condición; así, cuando ya tienen gastados los tacones, son rasines, baxines o patonas y si están mal hechas, gaxapos.
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